martes, 9 de junio de 2015

NOTA DE OPINION: UN SEMESTRE PARA OLVIDAR

La llegada del Ricardo Caruso Lombardi trajo puntos y con ellos algo de tranquilidad a Sarandí

Como al comienzo de toda temporada, el hincha de Arsenal estaba ilusionado en el inicio de su decimotercera participación en la máxima categoría del fútbol argentino.

Hay que reconocer que a fines del 2014 se fueron jugadores relevantes: Aguirre, Aleman, Nervo y algún otro e inclusive la baja por lesión de Zelaya, fueron condimentos irremontables para el ciclo Palermo al frente del novedoso torneo de 30 equipos.

Llegaron refuerzos sin demasiado renombre, pero que quizás en otros tiempos, incorporaciones similares terminaban descollando con la celeste y rojo, cuestión que esta vez no sucedió.

El equipo nunca encontró el rumbo y el cuerpo técnico jamás pudo darle una vuelta de timón al naufragio. La cuerda se tensó y estiró en demasía y era evidente que tarde o temprano se iba a cortar, y eso sucedió en Junín tras la deprimente derrota ante Sarmiento.

Sin un mínimo destello de fútbol, pero fundamentalmente sin una idea clara, carente de actitud y con las ganas devaluadas, el primer equipo de nuestro Arsenal se deshacía frágilmente.
Acostumbrados a muy cercanos tiempo de glorias ininterrumpidas, veíamos naufragar nuestros recuerdos más  alegres y cercanos y disiparse rápidamente los sueños de seguir peleando por objetivos importantes.

La dirigencia hizo su mea culpa. El horroroso partido ante Independiente en Avellaneda (0-4) debió haber sido el principio del fin, o mejor dicho, el fin mismo.

Se estiraron los tiempos, se ratificó la confianza (al menos hacia el “afuera”), pero para “adentro” las cosas iban de mal en peor en lo futbolístico y por “efecto dominó” en lo grupal.

Idolos con poco ruedo por decisión del cuerpo técnico , casos de Limia y Esmerado, sin tener chances cuando casi todo el plantel había jugado, después la posibilidad reclamada por todos para el arquero, pero rápidamente la exclusión de ambos sin demasiadas explicaciones y motivos de los últimos encuentros de la era Palermo….

Todo era confusión y el Titán decidió dar un paso al costado; su bonhomía y honestidad contrastaron con el mal momento del equipo y quizás con su propia inoperancia para sobrellevarlo, sin ayudantes de peso en donde apoyarse y reclamar consejos de validez.

En medio de esto, se ganó un partido y de muy buena manera, con un fútbol que Arsenal no repetía desde el  6 a 1 a Atlético Rafaela en el cierre del torneo 2014. Newell´s paseó por Sarandí y recibió tres goles. Pero el delirio duró muy poco. Casi al terminar el partido surgió un problema con la correcta o no habilitación de Leandro Godoy y la cuestión quedó para resolver en los próximos días en manos del Tribunal de Alzada previa apelación de Arsenal al fallo en contra del Tribunal de Disciplina de la AFA.

Llegó el ciclo de “Fito” González, de buenos antecedentes en la reserva, con intenciones de potenciar a algunos juveniles que el propio Palermo dio vuelo en primera. Pero tampoco pudo; confió en los pibes, pero los vicios del equipo del ciclo que recién finalizaba aparecían reiteradamente, con dos detalles cruciales para la continuidad de “Fito”: la eliminación de la primera ronda de la Copa Argentina ante el tibio Guaraní Antonio Franco de Misiones (de la B Nacional) y la derrota en casa ante Quilmes con un gol sobre la hora de Claudio Bieler de penal.

Y no se podía perder más tiempo. En años anteriores, el nombre de Ricardo Caruso Lombardi siempre sonaba por Sarandí en las postrimerías de algún fin de ciclo…

Y esta vez se dio. Llegó Caruso, habló largo y tendido con el grupo, intensificó la faceta física y ensayó una y miles de variantes con pelota detenida. Sacó del freezer a un par de jugadores y metió en el mismo freezer a otros, privilegió la altura y el utilitarismo y de buenas a primera logró sumar 5 puntos sobre 9 y estirar la magra cosecha de 3 puntos sobre 36 en juego a 8 puntos sobre 45 disputados.

Buen comienzo como para encarar con todo la pretemporada, y con algunas vacantes para reforzarse, y con el habitual “ingenio” de Caruso para atraer jugadores no muy onerosos, el segundo semestre que incluirá también la Copa Sudamericana, quizás nos encuentre con un equipo más amoldado, con nuevos nombres en su formación y con la mística de Arsenal  otra vez renaciendo, esa historia de lucha, garra y corazón, que nos dignó desde 1957 hasta estos días.

Y deberemos prepararnos para extrañar al Dami Pérez que buscará nuevos y ojalá muy exitosos horizontes, y quizás sea el turno también de emigrar vía transferencia de Iván Marcone y Ramiro Carrera, pero sabiendo que los que vienen de abajo y van teniendo sus primeros minutos de juego van a dejar el alma por defender nuestra amada camiseta.

Bienvenido a Carulandia!!!



Diego De Mattei
@arsedeprimera







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